Olas, círculos, puntos, texturas escritas a mano. Elementos de ambient, música electrónica y orquestamiento clásico traducidos a gráficas, densidades, colores y movimientos a través de los cuales el mundo se vuelve un lugar más habitable. En esta publicación, Camila, músico ambient y compositora uruguaya, nos narra su proceso creativo en el que intenta resignificar la forma en que se interpretan los sonidos y la música.

Mi nombre es Camila soy de un pequeño pueblo de Uruguay, desde hace un par de años comencé el proyecto Caminauta como compositora independiente y músico ambient dedicado a componer bandas sonoras para películas y música para proyectos de arte interdisciplinarios.

En este segmento quería compartir sobre uno de mis procesos creativos en el cual uso la notación gráfica como punto de partida. Siempre me encanta probar cosas nuevas y quería motivar compartiendo nuevas perspectivas sobre cómo interpretar la música y los sonidos.

Este tipo de partituras dan la posibilidad de libertad, y al mismo tiempo de limitaciones que  permiten romper sus propias reglas.

A veces, cuando comienzo una partitura, imagino los movimientos de la naturaleza de paisajes como punto de partida, que me ayudan a dibujar líneas como el océano, el viento o el movimiento de las hojas de los árboles.

Creo que la notación gráfica es un lado relativamente desconocido fuera del mundo a veces enrarecido de la música tradicional. Mucho de lo que hago tiene que ver con las texturas del sonido, y la manera en cómo percibo mi entorno y cómo me genera nuevas ideas de interpretación para alentar a las personas a recrear lo mismo, ayudando a explorar cuestiones del proceso creativo para que brinden sus propias experiencias musicales.

Puedes ver más del trabajo de Caminauta aquí:
https://www.caminauta.com/